22 junio, 2012

El Decálogo, No Mataras (K.Kieslowski, 1989)



NO MATARAS
Krzysztof Kieslowski


Varsovia.- Un taxista está lavando su coche. Jacek, un joven campesino de mirada turbia vaga por la ciudad. Piotr, un estudiante de derecho, se prepara para hacer su último examen. Sus destinos se cruzan cuando Jacek coge un taxi para ir a los suburbios de la ciudad, donde asesina brutalmente al taxista golpeándolo con una piedra. La policía lo detiene y es condenado a muerte a pesar de los esfuerzos de Piotr, que se encarga del caso.


“No Mataras”, perteneciente al decálogo del afamado director polaco Krzysztof Kieslowski, es considerada como una de sus películas más duras, en la cual relata dos crímenes; el de un taxista cometido por el joven Jacek y luego, el del mismo Jacek cometido por el Estado.
 Situada en la Polonia  de los años 80, “No mataras”  hace un buen diagnóstico de la opaca situación en la que se encontraba Varsovia por aquellos años. Para ello, el director recurre a técnicas fotográficas, como los  filtros verdes que usa para contaminar el entorno y así mostrar una visión del mundo todavía más fea de la que acostumbramos a ver -posteriormente en Blanco, Azul y Rojo usará también filtros de dichos colores para representar la bandera francesa; libertad, igualdad y fraternidad-. Es tal la frialdad de su narración que el uso de filtros para colorear la imagen pueden producir cierto malestar a quien pretenda ver una esperanzadora y linda película de tipo comercial.  Todo lo contrario, “No Mataras” se sitúa como una triste realidad en la que se desarrolla la idea del acto gratuito; cometer un crimen contra un hombre desconocido, asesinato que se refleja en una segunda parte a través de la condena a muerte de Jacek por el Estado.
 Es tal su afán por provocar una sensación de malestar que, en 1988, cuando fue proyectada por primera vez en el festival de Cannes (obteniendo el premio del jurado y de la crítica internacional), mucha gente optó por abandonar la sala, a lo que Kieslowski comentó: “Era lo que la gente debía hacer”.
Al parecer, tener un nudo en el estómago es una buena respuesta  para ver el film, donde el director plantea los límites soportables del espectador dejando abierta una pregunta: ¿Qué más puede soportar un ser humano civilizado como Piotr cuando es el Estado el que mata a uno de sus ciudadanos?
 Si bien Kieslowski ya muestra técnicas audiovisuales y narrativas que posteriormente lo situarán cómo uno de los grandes cineastas del siglo XX, en El Decálogo en general, y en No Mataras en particular, se puede observar su intriga y ojo crítico por detectar los problemas latentes que la sociedad inflinge en el ser humano. Desde su Polonia natal, Kieslowski manifiesta el creciente aislamiento humano encarnado en el joven Jacek, muestra la apatía con aquel taxista amargo y sospechoso, y nos enrtega reflexión y vocación por la justicia a través de Piotr, quien preparandose para su examen de derecho, se encarga del caso.
Cristóbal Escobar